A pesar de las afirmaciones del gobierno federal de que el robo de petróleo ha disminuido en un 95%, los datos de las compañías petroleras estatales muestran que el número de tomas de oleoductos en los primeros siete meses del año prácticamente no ha cambiado en comparación con el mismo período de 2018.
Pemex detectó 8,655 grifos entre enero y julio, sólo 51 -o 0.5%- menos que la cifra registrada en los primeros siete meses de 2018.
Mientras que el número de grifos en los oleoductos se mantuvo constante, los de las líneas de gas LP se triplicaron con creces hasta 623, en comparación con los 206 de enero a julio del año pasado.
Los datos de Pemex publicados en la Plataforma Nacional de Transparencia también muestran que el combustible transportado por 32 camiones cisterna ha sido robado este año, mientras que sólo 14 camiones fueron detenidos durante todo el año 2018.
Otra estadística que desmiente la afirmación del presidente López Obrador de que el robo de combustible «casi ha llegado a su fin» es que el número de denuncias del crimen presentadas por los abogados de Pemex en los primeros siete meses del año -11,907- es 60% mayor que el registrado en todo el año 2018.
Una cifra que ha disminuido significativamente es la cantidad de combustible robado recuperado por las autoridades.
El gobierno se incautó de poco menos de 8 millones de litros de combustible robado entre enero y julio, mientras que el año pasado se incautó de poco menos de 25,2 millones de litros.
Sin embargo, no hay datos que muestren la cantidad de combustible robado que no se recuperó, dijo el diario El Universal. Por lo tanto, los niveles más bajos de confiscación no significan necesariamente que se esté robando menos petróleo.
El gobierno ha hecho de la lucha contra el robo de combustible una prioridad, implementando un plan en el que participan 15 departamentos y organizaciones gubernamentales, incluyendo el ejército, la marina y la Guardia Nacional.
López Obrador afirmó el viernes que durante su mandato, el robo de petróleo ha disminuido en un 95%, de 80.000 barriles por día a 4.000.
Como resultado, 50.000 millones de pesos (2.600 millones de dólares) que se habrían perdido si los niveles de robo siguieran siendo los mismos fluirán a las arcas del gobierno, dijo.
Las cifras de Pemex, sin embargo, plantean importantes interrogantes sobre la confiabilidad de las afirmaciones del presidente, quien en ocasiones ha desestimado las estadísticas oficiales al afirmar que tiene «otros datos».
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