El presidente López Obrador hizo ayer un llamado a los miembros de la nueva Guardia Nacional para que no sobrepasen sus límites en el uso de la fuerza y para que respeten los derechos humanos en el cumplimiento del deber.
El presidente presentó a un contingente de la nueva fuerza de seguridad durante una visita a Minatitlán, Veracruz, tras la masacre de 13 personas ocurrida la semana pasada.
Fue el primer despliegue de la fuerza y evidentemente apresurado: aún no se han aprobado las leyes secundarias que rigen su funcionamiento y no todo su personal llevaba ayer el nuevo uniforme de la Guardia.
El gobierno ha enviado 1.059 personas a tres municipios de Veracruz: Minatitlán, Cosoleacaque y Coatzacoalcos.
Al hablar con los residentes locales, el presidente dijo que una policía más vigorosa era sólo una medida de un plan más amplio para restaurar la paz y la prosperidad en las zonas más conflictivas del país.
También dijo que se estaban adoptando medidas especiales para garantizar el uso apropiado de la fuerza.
«Estamos poniendo énfasis en asegurar que[la Guardia Nacional] pueda cumplir con su deber de garantizar la seguridad pública respetando los derechos humanos con un uso gradual y apropiado de la fuerza para que no crucen la línea, y para que los derechos humanos sean respetados en todo momento».
La creación de la nueva fuerza ha sido ampliamente criticada por ser otra presencia militar en las calles de México y una amenaza a los derechos humanos dado el historial de los militares en los últimos doce años.
López Obrador dijo que cuando asumió el cargo, la Policía Federal contaba sólo con 10.000 agentes.
En cambio, el ejército y la armada estaban compuestos por 220.000 y 65.000 efectivos, respectivamente, pero no podían utilizarse para garantizar la seguridad pública debido a limitaciones constitucionales.
«Así que dijimos, enmendemos la constitución; necesitamos crear una guardia nacional porque la seguridad pública es lo más importante.»
Hablando del ataque de la semana pasada a un bar que mató a 13 personas, dijo a los residentes que no estaban solos.
«He venido a decirte que no estás solo; tienes el apoyo de tu gobierno.»
El presidente delineó planes para promover el crecimiento económico, proporcionando ayuda a la industria petrolera y de gas de la zona, programas para trabajadores agrícolas y oportunidades de trabajo y estudio para que los jóvenes ofrezcan alternativas al crimen.
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